On elämä

Espacio para compartir ideas, reflexiones, y conversaciones escritas.

Velo

Es el demonio en la tierra caminando entre nosotros

One Republic.

Nunca se podrá explicar el porqué, o el como una decisión llega afectar tanto la integridad de un sujeto, que lo pone al limite del suicidio. Parece ser que es una enfermedad mental, pero en otras palabras es un demonio que entra y atestigua toda la integridad del ser desde los malos sucesos que con antesala ocurrieron en la vida privada, esta es la realización de los años pasados y de esa vida que luchó por cambiar, no es excusa el silencio, solo es la forma más práctica de demostrar que aún falta vida por recorrer, con las personas acertadas que siempre procuraron encontrar el mejor bienestar para compartir. El suicidio suena a excusa, pero no es más allá que la absurdez que dispone del debate a nunca terminar, es el diálogo que se convierte en una decisión y esta acción en cadena recae sobre las propias sombras, esta es la herencia de una acción que nos vuelve al ruedo de la lucha.

Nuestros castillos pueden ser de cristal, de roca, o sencillamente fugaces, nuestras adicciones son nuestros propios miedos y temores que han crecido con una raíz tan profunda que no podríamos encontrar el cómo asesinarla, y el poseerlas dan cuenta de esas pequeñas zorras destruyendo todo nuestro interior, la lucha se basa entre la razón y la emoción, cuando gana una existe la fractura, desde la última comienza la desesperanza, pero si la primera pierde la batalla, de ipso facto se le da cavidad a la muerte y está seduce hasta el límite, haciendo creer que es la única respuesta al sobrevivir, pero debemos recordar que después del mañana puede existir una voz con claridad, sencillamente es nosotros aguantar lo suficiente para volver a emprender nuestra lucha. 

Los gritos llegan, la desesperación solo no es la cura sino es el mismo miedo que ronda toda idea primaria, la muerte se convierte en hábito y este se instaura en la cotidianidad para no ver más allá de un problema personal, social. Parece que todo es sencillamente la maldad hecha oscuridad en la vida misma, refugiada en la desesperanza, y en la ausencia de una voz y de un eco cálido que nos brinde afecto, entrega y confianza para disponer todo el ser a una nueva milla de guerra espiritual.

Suicidemos todas las ideas contrarias a la muerte, si debemos hablar con el viento o con nosotros mismos luchemos por mantener y dar vida, la muerte solo llega cuando en verdad todo lo que hemos hecho ha sido parte de nuestra realización y no tenemos nada más que descubrir del mundo, pero si no hay realización ¿debemos morir? Sí, a nosotros, a nuestra humanidad y a nuestro sentido contrario de no dar vida. 

Las luchas son contra nuestros demonios y nuestras debilidades, son las dudas que poseemos al no conocer nuestras capacidades, y no emprender la lucha constante por cumplir nuestro propio mandato, este es sencillamente en dar un mensaje más allá de la esperanza, la fe y el amor. Nuestra voz, como nuestra canción deben llegar tan alto y tan lejos para no pasar desapercibidos, debe tener un eco tan grande que sin importar las distancias siempre se escuche para dar consejo y exhortación, para brindar compañía y razón en momentos de dificultad. No es válido atentar nuestra propia integridad por satisfacer nuestras ausencias, debemos vivir para sólo morir y que morir sea la ganancia de vivir después de la muerte.

Para aquellos que creen que en el suicidio está la razón,

pero yo digo, el suicidio solo es permitir

que los demonios posean 

y ganen nuestra alma.

In memoriam of Chester Bennington.

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